Ciclistas y aficionados vuelven a abrazar el mayor espectáculo con la Copa del Mundo de Ciclocross UCI – Benidorm Costa Blanca.
En dos palabras, «súper chulo». Así describió la ganadora de las dos primeras ediciones de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI – Benidorm Costa Blanca, Fem van Empel, el ambiente vivido este domingo en los parques de El Moralet y Foietes del archifamoso destino turístico predilecto del Mediterráneo. Nada más bajarse de la bicicleta, la corredora neerlandesa, como tantas y tantos otros a lo largo de todo el fin de semana, se mostraron sinceramente entusiasmados de poder disfrutar del ánimo y apoyo constante de los más de 16.000 espectadores que se dieron cita para ver las carreras dominicales.
La campeona del mundo de la especialidad, todavía con la adrenalina fluyendo a raudales por sus venas tras una de las carreras más bonitas de toda la temporada, aseguró que «en la parte decisiva de la carrera sólo podías escuchar un montón de ruido desde detrás de las vallas. En esas circunstancias, lo más difícil es mantenerte concentrada».
No muy diferente era el análisis de la segunda clasificada, la también neerlandesa Puck Pieterse, que reconocía haber disfrutado enormemente del fin de semana a pesar de su derrota y consideraba que la Copa del Mundo de Ciclocross UCI – Benidorm Costa Blanca es «una prueba muy bonita en la que participar, pero también una carrera preciosa para ver».
Tampoco se quedaron cortos los elogios del pelotón masculino. El vencedor de la prueba, Wout van Aert, reconocía que «me da pena que esta haya sido mi última carrera del año. Mi corazón vibra por este deporte y hace no muchos años era impensable que aquí, tan lejos de casa, podríamos competir con tantísimo público tan entusiasta. Estoy orgulloso de haber podido contribuir a esta evolución de nuestro deporte».
Por su parte, Eli Iserbyt, que asestó en la Copa del Mundo de Ciclocross UCI – Benidorm Costa Blanca un golpe prácticamente definitivo a la general del más importante torneo de la especialidad invernal del ciclismo, fue muy claro cuando se le preguntó su opinión sobre la prueba española. «Es una prueba que debe de quedarse en el calendario, incluso si se recorta la Copa del Mundo. Sería una auténtica lástima perder una prueba donde se reúne tantísimo público».
La Copa del Mundo de Ciclocross UCI – Benidorm Costa Blanca fue alabada por las principales estrellas internacionales, pero también por el gran ídolo local (y uno de los ciclistas más queridos en las campas belgas y neerlandesas), Felipe Orts. Nada más terminar la prueba en octava posición, el alicantino insistía en que «esta carrera no es una referencia sólo a nivel nacional, sino a nivel mundial. Los corredores que iban en mi grupo me decían que iban sordos de tanto escuchar ‘¡vamos Felipe!’. Creo que tenemos que estar orgullosos de este éxito que es parte de todos: de los organizadores, de los corredores y también del público».
Una afición en la que destacó la enorme presencia de niños y jóvenes que vibraron con un espectáculo, el de la Copa del Mundo de Ciclocross UCI – Benidorm Costa Blanca, familiar junto a sus padres y abuelos. Unos nuevos aficionados cuya presencia Orts valoró muy positivamente y consideró clave ya que «además de estar lleno de gente, están como locos por ver a los corredores. Por verme a mí, a Van der Poel, a Van Aert… Los niños aún más y de la cantidad sale la calidad, que es lo que necesitamos. Ahora, lo importante es que sigamos creciendo, que sigamos atrayendo a patrocinadores como los de mi nuevo equipo La Vila Joiosa – Néteo para que esos jóvenes corredores puedan seguir dando pasos y vayan a competir con los mejores».